Dificultades financieras del marido, un exnovio adinerado podría ayudar, sumisa cae a los pies de quien le negó su cola.
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Hace varios años está casada, la lujosa vida que lleva puede terminar, solo conoce un hombre con suficientes billetes como para asistirlos, su ex novio, a quien abandonó por no querer entregar la todos los agujeros.
Sabe que seguramente le pedirá acostarse para resolver su problema, por eso busca lencería adecuada, color crudo como le gustaba y el vestido que le regaló días antes de la separación.
Mick nunca pudo olvidar el resentimiento, llegó el momento de obtener eso que terminó con todo. A voz recia la hará someterse. Ordena que se acerque de rodillas, luego que suba a la cama donde sube el vestido para dar unas nalgadas.
Respondiendo a todo de repente vuelve a sentir cosas, le está gustando eso que ha dejado. Salta con entusiasmo intentando que no vea su cara de felicidad, pero una pausa frena todo, debe recostarse boca arriba, subir piernas y dejar que introduzca el dedo en su ano. Nerviosa mira pero no puede frenarlo, por dos motivos, el primero lo que necesita, el segundo, está gozando.
Quieta se queda, abre lo mas que puede dejando relajado para que no duela, el pene se apoya y suave entra, es invadida por un regocijo inimaginado de sensaciones, por dentro piensa, que ni se le ocurra volver a mi vagina.
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Saber dejar la dignidad para salvarse ya es motivo, casi no permitida por haberlo negado anteriormente, aunque saber recapitular es muy bueno, y por reconocer que fue una tonta en no hacerlo antes. Adelante a esta polaca de Ostrów Mazowiecka que con 1,75 metros de estatura se convierte en otra de las chicas del Don.
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